Los colores cálidos nunca pasan de moda. Y es que sencillamente son los indicados para dinamizar nuestros espacios, darles vitalidad y energía, además de convertirlos en ambientes acogedores. Sin embargo, hay algunos tips que conviene tener en cuenta como la dimensión de las habitaciones, la iluminación y las combinaciones efectivas. Grupo Edisur te acerca todo lo que tenés que saber sobre esta paleta de colores.
Los líderes de la decoración
Los tonos cálidos van desde el verde amarillento hasta el púrpura destacándose los naranjas, los rojos y los amarillos. La mayoría de los estilos emplean esta paleta porque son estas gamas las que otorgan energía, movimiento y actividad a los espacios.
¿Claro u oscuro?
Dentro de este grupo cromático se diferencian los cálidos claros y los cálidos oscuros. Entre los primeros se encuentran amarillos, naranjas y rojos claros, y se aconsejan para zonas que reciben poca luz natural. Ideales para cocinas, living o recibidores.
Los oscuros están compuestos por los rojos oscuros, ocres, naranjas oscuros y terracotas. Se recomienda emplearlos en ambientes amplios porque tienden a achicarlos, o bien pintar sólo una pared. Fantásticos para salas de juego, comedores, dormitorios y cocinas.
¿Cómo combinarlos?
La receta exitosa es sumarle a los cálidos tonalidades neutras. El blanco favorece la iluminación y resalta las gamas oscuras. El gris o el beige suavizan los contrastes y dan como resultado rincones con mucho estilo.
Ampliar espacios
Los colores son claves para crear sensaciones, y una de ellas tiene que ver con las dimensiones. Si queremos generar un efecto de amplitud, los espacios pequeños y poco luminosos pueden favorecerse con tonalidades claras y brillantes como el blanco, arena, amarillo o los naranjas.
Fuente: Pintecord.