Asesor Inmobiliario · 2020-10-22 18:00:00
¿Luz blanca o cálida?
Una buena iluminación es fundamental para que todas los espacios de nuestra casa sean seguros y funcionales, pero ¿qué tipo de luz conviene utilizar?
Las bombillas y lámparas con iluminación LED ya se han implantado en nuestro país y todo el mundo es consciente de las bondades que ofrecen, pero ¿sabemos a ciencia cierta qué color de luz es el más adecuado para cada ambiente y para cada uso?
Existen 3 colores principales de luz LED:
- Luz cálida (2200-2700k)
- Blanco cálido (3000-3500k)
- Blanco frío (5000-6500k)
“A mayor número de grados Kelvin, el tono será más blanco, mientras que, a menor número, el tono será más amarillento”. La iluminación debe ir en función de la estancia a iluminar y, por ende, de las actividades que en ella se realizan.
Luz Cálida: es aconsejable en habitaciones en las que queremos una iluminación suave como dormitorios o salón. Este tipo de iluminación hace que los lugares sean acogedores y relajantes.
Además, este tipo de iluminación ayuda a resaltar detalles, tanto arquitectónicos como decorativos, ya que una de sus cualidades es que destaca relieves, texturas y colores.
Luz Fría: es perfecta para zonas de trabajo donde se requiera una iluminación que permita ver con claridad. Se aconseja generalmente para la cocina, el baño, el garaje o el despacho.
A pesar de estas consideraciones generales, es posible combinar la luz blanca con la cálida. Por ejemplo, si la cocina posee una iluminación general cálida, añadiremos una luz fría sobre la zona de trabajo, ya que al cortar y cocinar es necesario ver con claridad en lo que se está trabajando.
En el salón, como iluminación principal, se puede colocar una luz cálida, pero en el rincón de lectura podemos añadir una luz blanca para leer a modo de lámpara.
Tips a tener en cuenta para iluminar adecuadamente
- Tamaño del espacio: si el lugar a iluminar es pequeño, una lámpara muy potente hará que la estancia se vea más pequeña.
- Altura del techo: En techos altos, se recomiendan lámparas colgantes, mientras que, para techos bajos, es mejor evitarlas.
- Productos de calidad: Una buena iluminación no sólo depende de la distribución, sino del tipo de producto que utilicemos. La elección de productos de calidad garantiza obtener el efecto deseado.
- Ahorro de energía: Las lámparas de bajo consumo están indicadas en espacios en los que permanezcan encendidas durante largos períodos, como la cocina, aunque no se aconseja en aquellos en los que se enciendan de forma puntual.
- Aprovechá la luz natural: La colocación de lámparas y luminarias debe ir en consonancia con la luz natural de la estancia. Utilizá cortinas ligeras de colores claros para sacar provecho de la luz del sol.
- No lo dejes para el final: Si estás refaccionando el espacio o construyendo, planificá de antemano la iluminación para disponer las tomas de corriente adecuadas en los lugares correctos.
